26.12.07

Batibull

El debat ja torna a estar obert..ja torna a haver-hi "carnaza" pels diaris...que jo diria que les situacions que prefereixen són les d'èxit total o les de crisis.
Davant de si Ronaldinho si o no, o Eto'o si o no, o Deco o Rijkaard o si Giovani al Madrit
o de si Iniesta fins al 2012 o 2014 jo el que opino i me pido pa Reyes és un secretari tècnic amb les idees clares i paso firme. Si és el Txiki ja m´està bé i si no doncs un altre.
Vull un secretari tècnic que ja tingui al cap qui pot ser el sustitut de Ronaldinho quan se´n vagi que tingui un recanvi per Eto'o si torna a Vilafranquejar, que tingui el recanvi de Deco , de Puyol , de Messi si se sube a la parra......En defintiva, un secretari tècnic que l´estiu passat hagués donat un cop de puny a la taula i s´hagués carregat a qui hagués calgut i no hagués sortit amb una merda de codi intern que a sobre no s´ha aplicat. Un secretari tècnic que no deixi que les coses passin per que cauen sobre el seu propi pes,que no deixi que la gent es vagi carregant de raons per estar convençuts de que el crack ha de marxar, un secretari tècnic que vagi un pas per endavant.

a ver si se portan los reyes

apa!

mb

6 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Pues yo me pido ambición, orgullo, que se note que cuando uno pierde sale jodido del campo. Y no por lo que digan los periódicos o el público, sinó porque dentro hay algo que dice que la derrota no es una opción.
No hace falta sentir los colores, ni eso de que cobran mucha pasta o que lo han ganado todo. Hay otros deportistas que cobrán mucho más y han ganado mucho más y siguen en la élite, porque no saben hacer otra cosa, son ganadores.
Estoy hasta los mismísimos de los sudamericanos que vienen exhibirse y cuando ganan el balón de oro (o un buen contrato) a pasearse por los campos. Estoy hasta los mismísimos del canterano figaflor, quiero a álguien que desde el campo sea capaz de pegar un grito o coger por el cuello a quién sea si no corre.
En el Milán corre todo Dios, o en el Chelsea, se llame como se llame. Y si tenemos claro que un jugador, por muy bueno que sea no se va a sacrificar, que se vaya a otro equipo.
Bueno que se me enfrían los canalones. Bones festes!

2:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

El Barça está igual una Navidad después. Y acabaría el artículo. En aquella época sin la Intercontinental y hoy sin la Liga que hace un año estaba ya en el bolsillo y, sin ésta, que se la han metido en el suyo otros que, mucho me temo, están acostumbrados a no meter la pezuña cuando no toca. Lo peor es que siguen los mismos debates y cuando una conversación hace un año que dura se está pudriendo de aburrimiento. ¿El debate es sólo Ronaldinho? No. Ronnie hoy en día está para el Museo de Cera si lo comparamos (obligada ley de la memoria histórica) al FIFA World Player o al Balón de Oro de hace dos años. A Ronaldinho, de tanto venderlo, de tanto Milan, de tanto Berlusconi, de tanto Chelsea, de 'fum, fum, fum' del mismo club que calla de puertas para dentro y pía de Camp Nou para fuera, le han metido el cartel de rebajas, está comercialmente devaluado y tiene todos los números de salir del club como Ronaldo con Núñez o Rivaldo con Gaspart.

Lo que nos lleva a preguntar si es problema de brasileños, de representantes o de presidentes, ya que gira la noria y estamos siempre dando vueltas a las mismas historias. Boñiga de vaca tiene la junta con Ronaldinho: si lo echa ahora lo mal vende, si no juega en verano lo traspasa por calderilla, y si juega tal como está ahora, es una injusticia para su pasado y para el presente del equipo. Mientras, Frank Rijkaard, a quien muchos pedimos una renovación, fracasó en lo que nos imaginábamos que más dominaba: el control de la plantilla. El barcelonismo se imagina (y ahí tiene mucha culpa el entrenador) un vestuario con una bola de discoteca sobre las duchas bailando y con un que pase quien quiera que esto es 'Can Pixa' y no Can Barça, en un vestuario de vedettes que ha cogido el puente aéreo, desde que Swatzilandia es más importante que Catalunya, desde que Rijkaard campa a sus anchas, con el segundo Johan Neeskens que es aburrido en todo y desde que Bojan es más visible que Henry que, sabe mal por las camisetas, yaes el tercer delantero por detrás de Eto'o y del de Linyola.

Está tan gastado el debate que los próximos seis meses pueden ser terribles, tanto que sólo hay un futuro esperanzador: siete partidos quedan para llegar a la final de Moscú y ganar la Champions League. Es lo que hacía el Madrid de Mijatovic, Suker y Lorenzo Sanz. Aquel Madrid que volaba en business por la galaxia, curiosa comparación que nos lleva al anuncio impreso en la prensa de una aerolínea donde Messi dice: "Cuando quiero viajar cómodamente, tranquilo y en privado, siempre vuelo en Club Business". Lo dice un chaval de veinte años, símbolo (y por muchos años) del futuro del barcelonismo. Magnífica metáfora del club: "Volando en business". Es decir, de sobrados, con pasta y marcando la diferencia. Aunque, que nadie olvide en el club que, si cae el avión, no se salva ni el piloto, ni las azafatas, ni los que van en club business. La hostia es tremenda

11:23 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Batibull es del que es fà en Batman els Batentrepans?

Currad en Navidades y os volvereis locos como yo!

4:54 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

trabajar???

6:05 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Frank Rijkaard confió en Ronaldinho de cara al partido contra el Madrid y se equivocó. El brasileño no rindió como se esperaba; se demostró que el Barça juega mejor sin él que con él y, lo que es peor de todo, traicionó la confianza de su técnico que le ofreció la oportunidad de jugar a pesar de que 48 horas antes del partido, el brasileño se presentó visiblemente ‘perjudicado’ al entrenamiento que se realizó en La Masía.

Ese día, Ronaldinho, según confesaron algunos de sus compañeros 'off the record' horas después de la sesión, "llegó tocado al entrenamiento". Una conclusión a la que se podía llegar sin estar entre las cuatro paredes del vestuario. En un entrenamiento a puerta abierta, ante la mirada de medio centenar de periodistas, Ronaldinho salió al campo extrañamente risueño, dando patadas amistosas en el culo y collejas a sus compañeros, haciendo bromas a todo el mundo y sin tomarse en serio los ejercicios dictados por su técnico. En un momento de la práctica, Ronaldinho incluso invitó a entrar en el terreno de juego a un espectador habitual de los entrenamientos del Barça para darle clases particulares sobre como lanzar faltas.

La comedia duró hasta que a Rijkaard se le hincharon las narices y llamó al orden a su estrella. A la vista de todo el mundo, el técnico holandés le exigió al futbolista que se comportara seriamente. En aquel momento, estaba claro que los pocos números que tenía Ronaldinho para jugar el clásico se estaban esfumando, pero fiel a su libro de estilo el entrenador del Barça ofreció una nueva oportunidad a un futbolista que volvió a fallarle.

Rijkaard apostó, se equivocó y lo peor es que ha perdido también la confianza de un vestuario que ha sido testigo de cómo se puede cometer una falta grave de profesionalidad dos días antes de disputar todo un clásico y salir airoso. Laporta anunció con fanfarrias en verano la creación de un código interno y de una comisión de seguimiento a los jugadores que iba a ser el novamás. Ronaldinho apareció 'contento' a 48 horas de jugar un partido contra el Real Madrid. Y jugó.

6:05 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

el manager de Giovani es tontito o que?
que vaya jugando con el madrid, no sea que acabe cedido en el Orihuela... babangida2?

4:35 p. m.  

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